Es tu principal carta de presentación en Internet y la responsable de que tus contactos se lleven una buena o mala primera impresión. De ahí la importancia de que cumpla ciertos requisitos técnicos y de calidad que te permitan conectar más fácilmente con tus potenciales clientes, socios o empleadores.
Nos referimos a la fotografía de perfil en LinkedIn, la red social laboral por excelencia. Aunque es una imagen que puede decir de vos o de tu empresa más de lo que imaginás, no siempre se le dedica el tiempo, esfuerzo y recursos necesarios para elegir la correcta.
En el artículo de hoy veremos algunos aspectos fundamentales que debés considerar a la hora de tomar y seleccionar tu imagen de perfil de LinkedIn, ya sea de marca personal o empresarial.
Tener una foto: Lo primero, por más obvio que suene, es que debés, sí o sí, tener una fotografía. Este es un factor no negociable. Nada de que no me gusta tomarme fotos o que no soy fotogénico. Un perfil sin rostro genera desconfianza y levanta sospechas. Dar la cara es fundamental para que te identifiquen, reconozcan y contacten.
Perfil personal en LinkedIn
Por más que querrás a tu familia, amigos o mascotas, el perfil es personal e individual. Debés salir solo y en primer plano, sin terceras personas ni ningún elemento distractor de por medio. LinkedIn es una red social con más de 600 millones de profesionales que no tienen tiempo ni deseos de andar averiguando quién sos vos en la imagen.
Imagen a proyectar: Antes de ponerte frente a la cámara, preguntate primero qué querés transmitir, según tu profesión, valores u organización. ¿Seriedad, optimismo, alegría, cercanía, orgullo, esperanza, etc.? Es muy variado lo que se puede proyectar a través de una foto, tanto a nivel de hechos como de emociones.
Foto única: Tomate una foto exclusivamente para LinkedIn. Hay fotógrafos especializados en este tipo de retratos. No es recomendable subir selfies ni fotos desactualizadas de hace mucho tiempo atrás o que edités/recortés una que hayas utilizado para otro fin.
Para el caso de perfiles corporativos, sugerimos agregar el logo y lema de la empresa. Las empresas con logotipos obtienen seis veces más visitas que las que no lo tienen. Importante también agregar foto de portada, que complemente la de perfil, mostrando de qué se trata el negocio. Evitá tomas con demasiados elementos o que se vean abarrotadas. El tamaño recomendado es de 1584 (ancho) x 396 (alto) píxeles.
Vestimenta: Pasando a la parte de los preparativos, recordá que no existe el código de vestimenta ideal. Eso depende de lo que pretendás transmitir y, por supuesto, de tu profesión o marca personal. No es lo mismo si trabajás como ejecutivo bancario de saco y corbata a que si sos un entrenador físico de pantaloneta y tenis. Cada trabajo es un mundo distinto y debés reflejarlo en tu fotografía de forma sutil, sin necesariamente mostrarte en plena acción.
Ubicación y postura: Intentá posar en un fondo blanco o de color claro y neutro. No lo hagás en medio de un paisaje o una playa de fondo, porque aparte de no ser muy profesional, la atención recaerá en todo menos tu cara. Cuidá también la postura porque esta determina en cierta medida tu personalidad y forma de actuar. Levantate y mantené una postura erguida que transmita confianza y profesionalidad. En ocasiones, hacer el retrato corporativo en exteriores ayuda a estar más relajado mentalmente.
Mirada, sonrisa y regla de tres tercios: Un usuario que te contacta, aunque sea con fines profesionales, quiere sentirse cómodo y en confianza. Y la mejor forma de lograrlo es a través del contacto visual. Por eso, mirar siempre a la cámara, con un semblante sereno y relajado, te hará ver como alguien sincero, transparente y confiable. Nada de caras largas ni tristes, ensayá la mejor de tus sonrisas, hacé contacto visual y situate de frente o un poco de perfil.
LinkedIn sugiere aplicar la regla de los tres tercios (consiste en dividir una imagen en nueve partes iguales con nueve rectángulos y cuatro puntos de intersección). Lo aconsejable es que tu cara ocupe al menos el 60% de la foto; es decir que se tome desde tu cabeza hasta los hombros o, como mucho, hasta la mitad del pecho.
Varias fotos: Lograr lo anterior no es nada fácil. ¿O acaso has visto algún fotógrafo que con tres “clics” ya se da por satisfecho? Una sesión profesional puede ser hasta de dos horas y cientos de fotos solo para escoger dos o tres. No te digo que debás tardar lo mismo ni tampoco pagar obligatoriamente una sesión profesional, pero asegurate de tener dónde escoger y que la elegida cumpla con los requerimientos mínimos de calidad. Un adecuado tamaño y resolución (cuadrada, de 8 Mb tamaño máximo y de 400 x 400 píxeles), iluminación, encuadre, composición, fondo. etc. Todo lo anterior influye y comunica.
Aplicando todas estas recomendaciones, es casi seguro que darás con una foto “ganadora” para tu perfil de LinkedIn. ¿Tenés alguna otra sugerencia? ¿Qué tal ha sido tu experiencia tomando fotos para esta red social como LinkedIn? Contanos en los comentarios y si necesitás asesoría en la toma de tus retratos, escribinos y con gusto te ayudamos a captar el mejor y más triunfador de tus perfiles.