El poder diferenciarse y resaltar en la actualidad es una labor complicada!
En un mercado tan saturado y competitivo como el nuestro en el que compiten de tú a tú factores como la calidad, los costos y accesibilidad, debemos buscar la manera de sobresalir sobre nuestra competencia.
Esto es un trabajo arduo y de cuidado, debemos trabajar y cuidar mucho la imagen de la marca, algo de vital importancia pues nos define y diferencia visualmente de los demás, nos ayuda a transmitir valores tan importantes como lo pueden ser la innovación, elegancia, calidad, entre otros.
Pero para esto debemos empezar desde el principio… Nuestro Logotipo, nuestra identidad, la cara con la que nos venderemos en los diferentes medios con los que podamos llegar a nuestro target, en medios tan ágiles y amplios como el internet.
Nuestro logo es la expresión de la personalidad de una empresa o producto; la define visualmente y la diferencia de las demás. Es un elemento de fundamental importancia para su posicionamiento; si atrae la atención, es fácil de comprender y expresa credibilidad y confianza, entonces será fácil de recordar y en consecuencia su posicionamiento será sólido y duradero.
Es el elemento central de la identidad visual de toda empresa, el cual generalmente esta conformado de tres elementos básicos como lo son el color, la tipografías y los gráficos, (aunque en ocasiones éste puede ser solamente tipográfico).
¿Por qué un logotipo?
El Logotipo constituye uno de los activos más importantes de toda empresa. Identifica mi empresa, mis productos y mis servicios en el mercado generando confianza en mis clientes y consumidores. Facilita todos los procesos comunicacionales.
La magia de un logotipo es – “decir más con menos”, su simplicidad permite que sea:
- Legible (hasta el tamaño más pequeño)
- Escalable (a cualquier tamaño requerido)
- Reproducible (sin restricción de materiales)
- Distinguible (tanto en positivo como en negativo)
- Memorable (que impacte y no se olvide)